domingo, 20 de diciembre de 2009

Realidad irreal

La realidad distorsionada por aquellos que no luchan por lo que quieren. La realidad diluida en la dialéctica, haciéndola paranormal e ilógica. Sin embargo todos, sin excepción, terminan pereciendo ante el Implacable. Unos antes, otros después; unos a tiempo, otros a destiempo. Acompasados o descompasados, caen uno a uno, reconociendo su error y arrepintiéndose de lo hecho. Batallar contra él solo alarga un desenlace ya escrito, prórroga cuyas consecuencias pueden ser nefastas. Estos sufridores natos, éticos y moralistas de cartón piedra, sin ver más allá de su doctrina enferma, enferman sus mentes y la de los que les rodean.

Así es, el ignorante es feliz en su realidad irreal.

domingo, 13 de diciembre de 2009

The office

Tenía el estómago inquieto. Los cafés del bar son bombas letales que actúan cual laxante de una forma muy efectiva. Pero yo soy un tío con clase, e intento evitar pasar por el baño durante el curro. Puede que sea un poco tiquismiquis, no lo niego, pero es que ese váter no llega a los mínimos de higiene que yo exijo. En principio no es demasiado sano; el riesgo está ahí latente (estreñimiento crónico). Y es que además de tener clase, también soy un temerario. Como ya he dicho, las aguas mayores estaban descartadas, pero tenía otras necesidades que cubrir (orinar o masturbarme, no lo recuerdo), así que me dirigí al baño con un paso ligero y firme. Tras abrir la puerta y respirar hondo, hice una reflexión muy profunda, tanto como el ojete de Jorge Javier Vázquez:

La vida es como cuando vas al baño en mi curro… nunca sabes cuándo te va a tocar respirar la mierda de otro.