lunes, 29 de marzo de 2010

1 Ono - La presentación.

Son los tres o cuatro meses de rigor. Redondeé y lo bauticé como El Trimestre de la Marmota. Aproximadamente, ese es el tiempo que tardo en mudarme de ciudad, mes arriba, mes abajo. Al principio se hace duro, hay que reconocerlo. Yo soy una persona de costumbres fijas: si me modificas el horario del almuerzo, me salen sarpullidos en la cara. Sin embargo, contra todo pronóstico, en cuestión de un par de años, lo extraordinario paso a ser ordinario; una costumbre más. Otra razón más para tener erupciones cutáneas.

Pensaréis que soy un maleducado por no presentarme, pero tengo mis razones para no hacerlo. Una es mi nombre; no estoy muy orgulloso de él, sinceramente. Otra es que los formalismos me enervan, y este concreto más todavía. Puede que tenga que ver el hecho de haberle contado mi vida en formato rar a más de doscientos niños a lo largo de dos o tres años.

La primera vez me lo tomé en serio, luego opté por inventarme una vida paralela. Una veces mi padre era un gran empresario multimillonario y mi madre una actriz famosa, cuyo nombre no podía revelar por el bien de su privacidad y la de los suyos. Otras veces mi padre era un borracho en paro y mi madre una prostituta que fue hallada muerta en extrañas circunstancias. Me gusta jugar con los sentimientos de los niños.

Sí, también estoy un poco loco, todo hay que decirlo. Los médicos lo achacan a lo que yo llamo “mi putada de nacimiento”. Unos tienen una marca; yo una putada. Luego están los que opinan lo contrario, como mi madre. “Tendrías que estar agradecido por el don que Dios te ha dado”. Le diría que Dios no existe, pero ¿quién soy yo para quitarle esa fantasía de la cabeza? Como diría Ortega y Gasset, cada uno tiene su propia forma de acceder a la realidad; ella es ella y sus circunstancias. Yo la quiero igualmente, pero su exceso de catolicismo a veces me pone enfermo.

- ¡Onosiforito! ¡Tu padre se está impacientando! ¡Coge el desayuno y sal pitando!

Ahí tenemos la primera razón. Dentro de quince minutos aproximadamente, asistiréis a la segunda.

2 - De camino

2 comentarios:

  1. La segunda razón debe de ser la impuntualidad... digo yo, porque si eso son 15 minutos (aproximadamente) no te quiero imaginar haciendo planes para dentro de una semana (aproximadamente).

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